El recuerdo que tengo de las primeras clases de este curso tiene que ver con la sugerencia del profesor de visitar la biblioteca. Él dijo que como estudiantes deberíamos apropiarnos de este espacio, un escenario que a mis ojos aparecía como un museo de la palabra. También rememoro que el docente insistía en que nos sumergiéramos en este, mi museo, y buscáramos libros de arte o literatura; que percibiéramos y escribiéramos las sensaciones que el acto de leer nos producía, que dejáramos volar la imaginación, que solo sintiéramos, “que aprovecháramos el día”.
La biblioteca está llena de posibilidades. Buscamos en los estantes, ojeamos los libros, los olemos, los palpamos, los devoramos. Pero, hoy, y cada vez con más frecuencia, esta experiencia pretende ser reemplazada por búsquedas digitales, rapidísimas y frías. Si bien debemos reconocer que lo digital puede hacer una investigación más eficiente, no podemos olvidar que aquello digital se puede perder con un simple delete, mientras que la palabra dicha, el texto leído, los mundos descubiertos, son imborrables.
La biblioteca siempre estará cerca de las aulas de clase, allí donde nos encontramos, donde la palabra cobra vida en la interacción con el otro (maestro) y los otros (estudiantes); cuando se unen nuestras verdades para lograr una, cuando hay miradas a los ojos, cuando yo soy yo si están otros. El maestro, según definición del libro ´Filosofía de la finitud´, es “aquel que transmite la palabra dicha, para que avive la palabra, para que recuerde la palabra del otro y el mismo se transforma en esta palabra y se renueva”. Me sumo a esta percepción y es la que quiero recalcar. “Todo maestro es un poeta porque sabe escuchar y tiene el don de la palabra”. Nos da a conocer visiones de fragmentos de la vida que, gracias a sus palabras, alimentan el conocimiento, motivan la mente y construyen nuevas opiniones.
Esta magia no la percibe nuestra sociedad. Según el libro ‘Comunicación, educación y ciudad’, “los maestros se quedaron en el pasado, son reacios a renovarse y estudiar. Por ello los alumnos ya no los ven como fuente única de verdad”. ¿Serán los maestros prescindibles? La verdad no es la que nos dan los maestros, es la que se construye en la relación maestro-alumno, cuando se unen subjetividades y se construye una respuesta que, seguramente nunca será la verdad absoluta, pero amplía el conocimiento y motiva la tolerancia del otro, de las otras ideas, de los otros mundos.
Para mi la tecnología, por mas arrolladora que sea, por más asombrosa que parezca día a día, jamás podrá sustituir la enseñanza real, la del maestro que nos confronta, que nos anima a percibir todo en nuestro alrededor, la ciudad, sus calles, sus habitantes, sus conflictos, la vida. Esta interacción con el otro-maestro, ese regaño que pretende ser correctivo, esa mirada sobrecogedora, inquisitiva, afectuosa, difícilmente será sustituida por algún engendró tecnológico.
Dani Ruiz
martes, 1 de junio de 2010
martes, 18 de mayo de 2010
¿Dónde esta la franja amarilla?
Del libro ¿Dónde esta la franja amarilla? tenía la referencia de que era un texto aburrido y difícil de entender. Pero, cuando comencé a leerlo, me adentré en un mundo que, a estas alturas de mi vida, desconocía. Comprendí que el velo de la violencia ha cubierto la historia de Colombia en las últimas cinco décadas.
Como lo escribe su autor, William Ospina: “Entre 1945 y 1965 Colombia vivió una verdadera orgía de sangre, que marcó desalentadoramente su futuro”. Pienso que esta frase sigue siendo cierta, porque el país sigue –y seguirá, al parecer- viviendo así. Mientras los intereses particulares estén por encima del bien común, los deseos de poder y de dinero se impongan, habrá sangre, sufrimiento, corrupción y un estancamiento del país. Esta situación hace que su gente se vea atascada en un círculo infinito de desdichas y sin oportunidades de mejorar su calidad de vida, por culpa de decisiones de clases dirigentes que solo piensan en sus intereses y no en las ilusiones de la mayoría, de aquellas personas que los montaron en el poder, porque se olvidan de toda la mierda que prometieron.
Como afirma Ospina: “Los más asombroso es que quienes precipitaron el país a ese horror, sean los mismos que lo sigan haciendo”. Pero que aquellos que pintan pajaritos en el aire sigan allí, haciendo de las suyas, también es responsabilidad de nosotros.
Lo que mas me sorprende es que la historia de William Ospina, pareciera que no pasara de época, porque aun hoy sigue la misma guerra. Lo único que cambia son sus protagonistas. Mientras que en el libro la guerra se desencadena entre partidos políticos, hoy el conflicto lo protagonizan la guerrilla, los paramilitares y grupos criminales, en una guerra alimentada por el jodido dinero del narcotráfico.
¿Por que no tenemos el suficiente amor patrio? Este país nos debería de doler. La tierra en que nacimos sigue en manos de aquellos que por su codicia y sus ganas de poder la mantiene envuelta en un mar de muerte y locura.
Al final me pregunto como lo hace William Ospina, ¿Dónde esta la franja amarilla?
Como lo escribe su autor, William Ospina: “Entre 1945 y 1965 Colombia vivió una verdadera orgía de sangre, que marcó desalentadoramente su futuro”. Pienso que esta frase sigue siendo cierta, porque el país sigue –y seguirá, al parecer- viviendo así. Mientras los intereses particulares estén por encima del bien común, los deseos de poder y de dinero se impongan, habrá sangre, sufrimiento, corrupción y un estancamiento del país. Esta situación hace que su gente se vea atascada en un círculo infinito de desdichas y sin oportunidades de mejorar su calidad de vida, por culpa de decisiones de clases dirigentes que solo piensan en sus intereses y no en las ilusiones de la mayoría, de aquellas personas que los montaron en el poder, porque se olvidan de toda la mierda que prometieron.
Como afirma Ospina: “Los más asombroso es que quienes precipitaron el país a ese horror, sean los mismos que lo sigan haciendo”. Pero que aquellos que pintan pajaritos en el aire sigan allí, haciendo de las suyas, también es responsabilidad de nosotros.
Lo que mas me sorprende es que la historia de William Ospina, pareciera que no pasara de época, porque aun hoy sigue la misma guerra. Lo único que cambia son sus protagonistas. Mientras que en el libro la guerra se desencadena entre partidos políticos, hoy el conflicto lo protagonizan la guerrilla, los paramilitares y grupos criminales, en una guerra alimentada por el jodido dinero del narcotráfico.
¿Por que no tenemos el suficiente amor patrio? Este país nos debería de doler. La tierra en que nacimos sigue en manos de aquellos que por su codicia y sus ganas de poder la mantiene envuelta en un mar de muerte y locura.
Al final me pregunto como lo hace William Ospina, ¿Dónde esta la franja amarilla?
martes, 4 de mayo de 2010
La creación como mística
Capítulo 12....
*El deseo se inmola en el desear.
*El placer es el acto del gozo
*Al ser debemos nacerlo.
*La belleza nace del dialogo, de la ruptura del silencio y recuperacion de el.
*El deseo se inmola en el desear.
*El placer es el acto del gozo
*Al ser debemos nacerlo.
*La belleza nace del dialogo, de la ruptura del silencio y recuperacion de el.
"Quien piensa lo más hondo, ama lo más vivo".
Hölderlin
lunes, 3 de mayo de 2010
Los EduKadores, cuando escapar es la única salida….
Pocas cosas producen tanto placer como llegar a casa después de una larga jornada de estudio. Abres la puerta, descargas el bolso y buscas el sillón favorito donde sueles sentarte y descubres con sorpresa que no esta donde debe estar.
Levantas la mirada y el orden en el que siempre tienes tus cosas ha desaparecido. El hogar que te da tranquilidad y seguridad ha desaparecido porque alguien extraño ha penetrado en él.
Esa sensación de inseguridad la transmite la película los eduKadores, del director alemán Hans Weingartner .En este filme, grabado en el año 2004, tres jóvenes con resentimiento sociales y dificultades económicas encontraron que incursionar en las casas de gente opulenta le daba cierto sentido a sus vidas. Los hacia protagonistas de una revolución pacifica en la que expresaban su inconformidad juvenil con las diferencias entre ricos y pobres.
Jan, Peter y Jule se convierten en eduKadores por que encontraron el camino para dar una lección a quienes lo tienen todo a través del miedo, pero olvidaron que no siempre las cosas resultan como se habían planeado.
Su ideal los llevó a cometer un secuestro y contemplar la idea de un asesinato, lo que nada tenía que ver son su intención inicial: una revolución sin violencia alguna.
No obstante, este planteamiento se va diluyendo en una aparente segunda parte de la película donde los objetivos parecen perderse. Los jóvenes que querían dar una lección se pierden en un triangulo amoroso que debilito la secuencia que llevaba la película.
Al conflicto romántico se unió una discusión filosófica con la persona retenida, un adulto que tardo poco en descubrir las debilidades de sus captores creándoles dudas y confrontado las ideas que se habían creado con respecto a las personas que lo tenían todo.
En este punto de la película, la confusión se tomo el rumbo de la historia. Los eduKadores, ya no daban lecciones si no que recibieron una: aprendieron que el miedo se devuelve y que lucha por una causa, por justa que parezca ser, no están sencillo.
Y la única ruta que queda es escapar.
Levantas la mirada y el orden en el que siempre tienes tus cosas ha desaparecido. El hogar que te da tranquilidad y seguridad ha desaparecido porque alguien extraño ha penetrado en él.
Esa sensación de inseguridad la transmite la película los eduKadores, del director alemán Hans Weingartner .En este filme, grabado en el año 2004, tres jóvenes con resentimiento sociales y dificultades económicas encontraron que incursionar en las casas de gente opulenta le daba cierto sentido a sus vidas. Los hacia protagonistas de una revolución pacifica en la que expresaban su inconformidad juvenil con las diferencias entre ricos y pobres.
Jan, Peter y Jule se convierten en eduKadores por que encontraron el camino para dar una lección a quienes lo tienen todo a través del miedo, pero olvidaron que no siempre las cosas resultan como se habían planeado.
Su ideal los llevó a cometer un secuestro y contemplar la idea de un asesinato, lo que nada tenía que ver son su intención inicial: una revolución sin violencia alguna.
No obstante, este planteamiento se va diluyendo en una aparente segunda parte de la película donde los objetivos parecen perderse. Los jóvenes que querían dar una lección se pierden en un triangulo amoroso que debilito la secuencia que llevaba la película.
Al conflicto romántico se unió una discusión filosófica con la persona retenida, un adulto que tardo poco en descubrir las debilidades de sus captores creándoles dudas y confrontado las ideas que se habían creado con respecto a las personas que lo tenían todo.
En este punto de la película, la confusión se tomo el rumbo de la historia. Los eduKadores, ya no daban lecciones si no que recibieron una: aprendieron que el miedo se devuelve y que lucha por una causa, por justa que parezca ser, no están sencillo.
Y la única ruta que queda es escapar.
Hans Weingartner

Hans Weingartner nació en Feldkirch, Austria. Después de cursar estudios superiores de Física, se diplomó como ayudante de cámara de la AAC (Asociación Austriaca de Cinematografía), antes de seguir estudiando Neurología en la Universidad de Viena y Neurocirugía en la Clínica Steglitz de Berlín. En 1997 empezó sus estudios de postgrado en la KHM, la Academia de Artes de la Comunicación de Colonia.
Los Edukadores es el segundo largometraje de Hans Weingartner. Debutó de forma espectacular con Das Weisse Rauschen, galardonado con el prestigioso Premio Max Ophuls entre muchos otros. También fue nominado al Premio al Mejor Primer Largometraje por la Asociación de Críticos de Alemania. Daniel Brühl, en el papel del joven esquizofrénico, se llevó numerosos premios a la interpretación.
El cineasta opina así acerca de su elogiada película: “Los jóvenes saben que hay fuerza en un grupo. Si uno está solo, está perdido. El primer paso de la resistencia es conseguir ser libre. El segundo paso es encontrar aliados, unirse a personas que comparten las mismas necesidades y los mismos valores. En Los Edukadores, Jan, Jule y Peter forman un grupo así. Los celos no pueden separarlos”.
"Cuando tenía veinte años era como ellos. Era un chico enfadado que gritaba "¡Revolución!", "¡Cambiemos el mundo!". No luchábamos por los desamparados ni por un partido. Simplemente nos parecía que el sistema no funcionaba. Era igual de malo para los explotados que para los explotadores. No sólo era injusto, era alienante para todos. Mis amigos pensaban como yo, pero ninguno de nosotros encontró un grupo político al que unirnos. No queríamos que nos dieran órdenes; como Jule, queríamos ser libres”.
"Cuando tenía veinte años era como ellos. Era un chico enfadado que gritaba "¡Revolución!", "¡Cambiemos el mundo!". No luchábamos por los desamparados ni por un partido. Simplemente nos parecía que el sistema no funcionaba. Era igual de malo para los explotados que para los explotadores. No sólo era injusto, era alienante para todos. Mis amigos pensaban como yo, pero ninguno de nosotros encontró un grupo político al que unirnos. No queríamos que nos dieran órdenes; como Jule, queríamos ser libres”.
(Texto extraido de: http://www.septimoarte.org/catalogo/peliculas/los_edukadores.html)
Ficha técnica de Los EduKadores

- Título Original: Dei Fetten Jahre sind Vorbei.Drama, suspenso, 15 años. Alemania, Austria, 2004, 126 min.
- Director: Hans Weingartner.
- Intérpretes: Daniel Brühl (Jan), Julia Jentsch (Jule), Stipe Erceg (Peter).
- Guión: Katharina Held y Hans Weingartner.
- Producción: Hans Weingartner y Antonin Svoboda.
- Música: Andreas Wodraschke.
- Cinematografía: Matthias Schellenberg y Daniela Knapp.
- Montaje: Dirk Oetelshoven y Andreas Wodraschke.
- Diseño de producción: Christian M. Goldbeck. Vestuario: Silvia Pernegger.
(Extraido de : http://www.septimoarte.org/catalogo/peliculas/los_edukadores.html)
Medio de Comunicación y cultura
Lo que pude rescatar de esta exposicion fue:
* Los portadores de masas en si son una ideologia.
*La propaganda es a lo que es el garrote en un estado totalitario.
*Los mensajes no suplen una transferencia de valores.
* IDEA= codificación y transferencia del mensaje
*RECEPCION= decodifiación y comprensión.
* Los portadores de masas en si son una ideologia.
*La propaganda es a lo que es el garrote en un estado totalitario.
*Los mensajes no suplen una transferencia de valores.
* IDEA= codificación y transferencia del mensaje
*RECEPCION= decodifiación y comprensión.
*Para poder que se logre productividad en el mensaje se tiene que llegar a una
retroalimentación.
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